¿Cuál es mi método?
¿Por qué sabemos que funciona?
Sabemos que sólo hablar y acudir a consulta a desahogarte no cura. Por ello, el eje vertebrador de toda psicoterapia ha de ser una intervención activa, resolutiva y centrada en la acción. La terapia cognitivo-conductual cuenta con una amplísima evidencia que avala su eficacia. Décadas de investigación científica la respaldan en el tratamiento de numerosas psicopatologías.
¿De qué va esta terapia?
¿Alguna vez te has preguntado por qué te comportas como te comportas, y no de otra manera? Lo que piensas, lo que sientes y lo que haces no es fruto del azar, sino que está sujeto a una serie de leyes, y se puede explicar en base a procesos de aprendizaje experimentalmente demostrados. Dicho en otras palabras: la conducta humana es adquirida y responde a unas leyes de aprendizaje. La terapia cognitivo-conductual sabe esto, y trabaja para identificar distorsiones mentales y comportamientos disfuncionales que interfieren en áreas importantes de tu vida causándote un malestar clínicamente significativo, para cambiarlos, conociendo las leyes que los rigen y tratando de alterar aquello que los mantiene vigentes.
¿Cuáles son las fases del proceso terapéutico?
Fase 0: Nos conocemos
En la primera sesión me presentaré, te haré algunas preguntas para conocer tu historia y qué te trae a consulta, y te explicaré mi forma de trabajar y algunas cuestiones que conformarán lo que los psicólogos llamamos «el encuadre terapéutico».
Fase 1: Evaluación Psicológica
Estudiaré tu caso en profundidad y con rigor, para saber qué te ocurre, por qué te ocurre y qué es lo que mantiene tu problema en la actualidad. Para ello, utilizaré la herramienta del Análisis Funcional de la Conducta, principal tecnología con la que cuenta la ciencia psicológica para explicar el comportamiento de cualquier organismo en cualquier contexto, en términos científicos. Tras esto, te daré un feedback clínico, entenderás por qué y para qué te comportas como lo haces, qué subyace a cada conducta que emites, y te propondré unos objetivos de trabajo y una intervención individualizada y específica para ti.
Fase 2: Intervención
Sesión a sesión, iremos modificando los comportamientos problemáticos e instaurando otros más adaptativos, cambiando lo que es modificable y aceptando, en su caso, lo que es inmodificable, invariable o inevitable. En un proceso activo y colaborativo entre tú yo, aplicaremos estrategias y técnicas para el cambio, desarrollando nuevas habilidades y comportamientos más saludables.
Fase 3: Seguimiento
La terapia finaliza cuando se alcanzan los objetivos terapéuticos. En esta fase, con los objetivos ya alcanzados, hemos terminado el grueso de nuestro trabajo, pero seguiremos viéndonos en sesiones mucho más espaciadas en el tiempo, para asegurarnos la consolidación de los cambios y prevenir recaídas.
«Los medicamentos no pueden resolver problemas, ni enseñar estilos de afrontamiento más sanos, ni rehacer corazones rotos, ni llenar vidas vacías».
Menninger, 1963